Directrices proféticas de Próspero para el 2010

Las últimas revelaciones de Próspero.

Como siempre, cuando el Apóstol, Profeta, Sacerdote, Rey, Arcángel Primerísimo y representante del Arcángel Gabriel aquí en la Tierra, Próspero Rico iba a visitar una de sus Iglesias preferidas (como la Iglesia de Pino Solitario donde su protegido Noteo era pastor), se producía una conmoción tal, que ni la entrada de Jesús a Jerusalén le igualaba. Él se jactaba en decir que mientras Jesús entró en un burrito a Jerusalén, sus entradas siempre eran en autos 0Km; y que mientras a Jesús solo le ofrecieron hojas de palmeras, cuando él (Próspero) llegaba a las Iglesias, las gentes le ofrecía relojes, joyas, dinero, autos, etc.. Se ufanaba de su Nombre.

Pues bien, retomando la idea del principio, Próspero llegó a la Iglesia de Pino Solitario. Con antelación Noteo había avisado a toda la junta sanedrínica sobre la presencia del connotado Apóstol. Se le avisó también a a la Hna. Biliviana, segunda presidenta del ministerio “Torta frita Viuda de Sarepta”, quien sustituía a la presidenta por causa de enfermedad.

Todos estaban expectantes. Las nuevas revelaciones recibidas por Próspero en sus retiros solitarios en las cloacas de desagüe de la ciudad ( lugar que, según él, podía gozar de la tranquilidad necesaria para recibir “sus revelaciones”) tenían en expectativa a todos. Algunos se preguntaban: "¿Qué novedades traerá Próspero en esta oportunidad?" Otros decían: "Seguro que el Arcángel Gabriel se le reveló nuevamente". Y muchas cosas más.

Llegó la hora de la reunión. Se escuchaban los gritos de la congregación: "¡Viva el Arcángel Próspero! ¡Viva el Sacerdote y profeta Próspero!". Los aplausos para Próspero no paraban. Noteo, bajo la dirección de su Mentor, le enseñó a la congregación  que había que honrar al Apóstol con todos los bienes. Y con el reconocimiento de los fieles había que aplaudir como muestra de lealtad.

Tomó la palabra Noteo el pastor:

-- Un aplauso para nuestro Arcángel Próspero.

Los aplausos no dejaban oírse.

-- Si son para Próspero, más y más fuerte.

Las gentes redoblaban los aplausos, mientras el coro de la Iglesia cantaba el coro lema de toda reunión, “Me gozo en la coinonia”.

Tanta fue la euforia, que algunos no se contentaban con aplausos: unos zapateaban, otros golpeaban las bancas haciendo mas estruendosa la reunión. A otro se le fue la mano y levantando una banca la estrelló contra el suelo, otro le siguió haciendo lo mismo. Se formó tal desparramo que por poco, Noteo no con ser el pastor, no pudo parar aquello. Solo con la intervención de Próspero, paró el despiole, pues  justo en ese momento levantó “la voz profética”, y dijo: “Veo a Satanás echando brasas de fuego sobre la cabeza de ustedes y el juicio de Dios va a exterminar a esta Iglesia si no paran este show”.

Cuando los hermanos oyeron la palabra “juicio”, automáticamente, temblando y temerosos comenzaron a decir: "¡Por favor, Próspero, usted que es nuestro Sacerdote, interceda por nosotros para que no caiga el juicio sobre nosotros!". Próspero, para santificar la Iglesia y la reunión, mandó a buscar 10 litros de aceite y las vertió sobre los presentes, sobre Noteo, ungió las paredes, el piso; y tal fue el “enchastre” que nadie podía moverse por temor a resbalar y quebrarse un hueso.

Por fin, al cabo de dos horas en todo este ajetreo, el Arcángel Próspero tomó la palabra. Saludó la aceitada congregación, y comenzó su discurso:

"Amados hermanos , el motivo de mi visita en este día y a esta hora y en esta Iglesia, se debe a las tres nuevas revelaciones que recibí durante este año 2009 y que han de regir para el 10, 20, 30, en fin para siempre.

"Estando sumergido en mi refugio solitario de las cloacas de aguas de desagüe de mi ciudad natal Averno, en la provincia Profundidades del Seol, recibí, directo, con voz audible de parte de Gabriel, el Arcangel Superior del Cielo, tres revelaciones sobre mi persona:

Primero, escuché su voz haciéndome una pregunta:

- Próspero, ¿qué produce una vaca?

A lo que le contesté:

- Otras vacas.

- Próspero, ¿qué producen los perritos?

A lo que le contesté:

-Otros perritos.

- Próspero, ¿qué producen los gatitos?

A lo que le contesté:

- Otros gatitos.

- Has contestado muy bien, Próspero, pero ahora viene la pregunta crucial: ¿Qué produce Dios?

En ese momento interrumpió Noteo, que gritó:

- ¡Hijos de Dios!

- ¡No, No, No, Noteo!- retrucó enojado el ungido Próspero -.  Eso es lo que dice el apóstol Juan, pero Juan estaba equivocado. Por revelación yo recibí la respuesta del Arcángel Celestial que me dijo claramente y por varias veces: Dios produce dioses. Tú eres un dios, los creyentes son dioses también, así que, con la autoridad que me confirió el Arcángel yo los declaro a todos ustedes como diosecitos que están bajo mi autoridad.

Cuando la Iglesia oyó aquella declaración comenzó a vociferar nuevamente: "¡Viva Próspero!, ¡Viva Próspero!" Así estuvieron por un rato. Calmados ya los ánimos, Próspero prosiguió:

"Segunda revelación: Hermanos, estando yo en mi comunión cloacal oigo nuevamente la voz del Arcángel que me dice:

- Próspero, ¿crees a mis promesas?

A lo que le contesté:

- Sí las creo.

- Próspero, ¿cuánto valen mis promesas?

- A lo que le contesté: Tus promesas son regaladas, dice la Palabra que las recibimos por fe.

- ¡No, no, no, Próspero! Hasta este año 2009 era así, de aquí en adelante mis promesas van a tener un valor incalculable. Y para recibirlas hay que pagarlas.

- ¿Cómo es eso, no entiendo?, - contesté.

- Antes de predicar - prosiguió el arcángel-  tienes que orientar a la congregación: 'Cuando ustedes oigan que yo menciono una promesa de Dios para ustedes, si la Palabra les tocó, ustedes, rápidamente vienen a la plataforma, con la ofrenda más grande que tengan, la dejan en la plataforma y el que más ofrenda trajo al altar, ese recibirá la bendición de esa promesa. Si no tiene dinero, pida, pero no se quede sin la posibilidad de recibir la bendición de Dios.

- Pero, Arcángel, le pregunté: ¿Todas tienen el mismo valor?

A lo que me respondió:

- No, hay promesas desde $10.00 (diez dólares) hasta $5,000 (cinco mil dólares). Si la ofrenda no llega esa cantidad, nada recibe, todo es de esfuerzo.

Por esta razón, y sobre las bases de esta revelación, es bueno que en esta tarde hagamos un ensayo. Yo voy a pronunciar ahora mismo una promesa, y ustedes vienen corriendo con su ofrenda. No sean tacaños y traten de hacer suya la bendición. La promesa es la siguiente, prepárense: “Mi Dios, pues suplirá todo lo que os falte conforme a sus riquezas en gloria”.

Los hermanos, entusiasmados, registraron sus carteras, bolsillos. Las hermanas registraron sus bolsos, sacaron todo lo que tenían y corriendo al altar depositaron todo lo que tenían, todo lo cual, Próspero, “ni tonto ni perezoso” recogió y metió en su portafolios.

La Hna. Troglodita viuda de Cuaternario le preguntó a Próspero:

- Apóstol, ¿de quién es la promesa?

A lo que le contestó:

- Eso solo Dios lo sabe. Solo Él sabe quién dio mas. Ahora hay que esperar su cumplimiento.

Entusiasmado Próspero por la efectividad del método, siguuió con la tercera revelación.

"Hermanos, estando yo enmiasmado, digo, ensimismado en mi refugio cloacal, el Arcángel me pregunta:

- Próspero, ¿cuántos pactos hay en la Biblia?

A lo cual le contesté:

-No sé, no me acuerdo, hay varios.

- Bueno, no importa, de aquí en adelante haz que las gente haga pactos con Dios

- Pero Arcángel, - le repliqué yo-  Si Dios ha sido siempre el que has hecho pacto con nosotros y no nosotros con Él.

- Si, así es, - me respondió el Arcángel con mucha paciencia, frente a mi ignorancia - pero para el 2010 ya todo cambia. Si alguien en la Iglesia quiere obtener alguna bendición material de Su parte tiene que hacer un pacto con Él. Oye bien para que lo practiques y puedas vivir como lo que eres, “el Hijo del Rey”. Cuando quieran que Dios responda a su necesidad, deben traer una buena ofrenda, a la altura de la necesidad y superior a la necesidad y Él va a darles cualquier cosa que le pidan.

- Hermanos -concluyó Próspero- como los mandamientos del Señor no se dejan para después, en el culto de mañana usted ha de traer un sobre con su ofrenda y colocará en el sobre la necesidad y Dios que ve su ofrenda le responderá su petición.

Al otro día, en el culto, muchos de los hermanos que estaban pasando por momentos muy difíciles, en un acto de obediencia al Arcángel Próspero Rico, trajeron el resto de la plata que les quedó en su casa. Esa noche Próspero le profetizó a cada uno de ellos, pero como tenía cansada la voz, colocó un CD en el equipo de sonido, con la profecía grabada y con una oración adicional. Todo esto fue sumamente emocionante para Próspero, pues lo menos que iba a imaginarse que la Iglesia iba a responder tan mensamente, digo generosamente a las directrices apostólicas para el 2010.

Al llegar eufórico y feliz a su casa, su esposa lo recibió también con grades expectativas. Ella conocía muy bien a su marido. Sabía que lo que se proponía lo conseguía. La primera pregunta fue:

- Por fin, ¿podremos ir a Cancún de vacaciones este fin de año?

- Seguro,- contestó él-  las revelaciones dieron resultado.

Lo cierto es que los hermanos de la Iglesia no pudieron celebrar sus fiestas, y el porcentaje de ganancias que Próspero le dejó a Noteo, solo le sirvió para ir al camping de la ciudad, con una carpita que solo cabían, él y su esposa.

¿Y qué comían? Bueno, ellos lo resolvieron. Compraron un chorizo para cada uno, se hicieron un choripan y los bajaron con agua, porque ni para una gaseosa les alcanzó.

Pero, allá, en Cancún, viviendo la dulce vida, está Próspero con su esposa, porque él es hijo del rey (lo único que falta es saber, de qué rey es hijo)

Y para terminar, a la entrada de la Iglesia, Noteo colocó un cartel de anuncio que decía:

Venta de Promesas. Desde $5,000 hasta $10. Se hacen ofertas según la cantidad que compre. Selle su pacto, colocando en un sobre todo el dinero que pueda. Recuerde que la recompensa será mayor si su pacto es grande.